Rahaf Harfoush -Las Redes Sociales en la campaña de Obama
La autora considera que “la tecnología desempeñó un gran papel a la hora de movilizar a los ciudadanos para lograr un cambio real y significativo”. En febrero de 2007, un senador afroamericano se presentaba ante 16.000 personas como candidato presidencial frente al edificio donde Abraham Lincoln (el honesto Abe) habló de la unión de “la casa dividida”. Pero se enfrentaba a Hillary Clinton (y a su marido, Bill): “la mayor operación política en el partido demócrata” (David Axelrod, estratega de Obama). Desde el principio, el equipo de Obama explotó las redes existentes para conseguir apoyo, aplicó que “los hechos valen más que las palabras” (contar personas, no dólares), ofreció incentivos a cada persona para obtener su compromiso y personalizó la experiencia. Por ejemplo, Yahoo Answers invitó a Hillary Clinton, McCain y Obama a que contactaran con sus potenciales votantes. La Sra. Clinton hizo una pregunta sobre la sanidad y obtuvo 38.000 respuestas. John McCain, otra sobre el gasto derrochador y consiguió 16.000 contestaciones. Obama hizo una pregunta que definiría el curso de su campaña: “¿Cómo podemos atraer más gente al proceso democrático?” Contestaron 17.000 personas. El equipo eligió la mejor respuesta, llamó a la autora (Rebecca W., de CA), chateó con ella, grabó la conversación y Obama se dirigió a ella personalmente: “La actividad online puede tener resultados offline”.
Rahaf Harfoush
"Lo importante es la estrategia, no la tecnología. Es fácil crear perfiles, obtener amigos en Facebook o tener blogs. Pero el objetivo era que las personas salieran a la calle y votaran. Si todo ese esfuerzo en la Red no se hubiera traducido en votos no hubiera valido de nada".
Rahaf Harfoush
"Ni los Gobiernos ni las empresas controlan ya el mensaje. En Internet, la gente tiene ahora el poder de colgar un vídeo en YouTube o mandar un mensaje por Twitter para denunciar una represión, como ha ocurrido en Irán, o criticar un producto".
Rahaf Harfoush
"Un concepto: la hipersegmentación. Nada de mensajes masivos, sino personalizar al máximo posible. Por eso, los mensajes se dividían por lugar de residencia, edad y nivel de ingresos. "Se trataba de evitar a toda costa el spam. La gente se guía por las opiniones de su entorno más cercano, de un familiar de un amigo, de un vecino, mucho antes que de un experto o de alguien que sale por televisión. En realidad, con Internet y las redes sociales, estamos volviendo al boca a boca"."
Durante la campaña, Obama visitó la sede de Google y dijo: "Quiero cambiar el mundo, como Google lo ha cambiado". Curiosamente, Harfoush guarda silencio cuando se le pregunta por el papel de Google y su afición a inmiscuirse en todos los terrenos. Ella rehuye la contestación.
Mensajes Consistentes Cortos y Sencillos fueron los usados a lo largo de la campaña de Obama al cargo de Presidente de los Estados Unidos.
Rahaf Harfoush
"La clave de nuestro éxito no fue crear miles de perfiles, webs y blogs, sino seguir una buena estrategia. Nunca se debe hacer todo a la vez, sino de manera progresiva." Ella y su equipo fueron capaces de usar la comunicación online para movilizar acciones offline. "Conseguimos que la gente se despegara del ordenador y saliera a la calle."
Con un diseño sencillo y claro, la web y las nuevas tecnologias de la información y de las Comunicaciones permitieron que más de dos millones de personas estuvieran en contacto permanente, la creación de 35.000 grupos voluntarios, más de 400.000 comentarios y 200.000 eventos organizados. "Habíamos cambiado el concepto de compromiso porque la gente podía participar en la campaña de muchas maneras: poniendo un mensaje en Twitter, etiquetando una foto en Facebook, colgando un vídeo en Toutube, etc." Mientras Hillary y McCain contaron con grandes donantes, la recaudación para la campaña de Obama se nutrió de pequeñas donaciones individuales (25, 50 o 100 dólares).
La campaña de Obama mostró el poder de las preguntas sencillas y las personas de relieve. Por ejemplo, que cada voluntario hiciera cinco llamadas a favor del candidato. En total, más de 2 millones de llamadas de banca telefónica online hasta el 4 de marzo (“el cinco es un número que no intimida y hace que los seguidores se sientan dispuestos a colaborar sin sentirse presionados por ello”). Dieron la bienvenida a los seguidores de Clinton (para evitar un cisma que sería desastroso en la elección final) y se prepararon para la convención Demócrata de Denver.
“El éxito de la campaña de Obama fue cuestión de mejora, no de invención”. Aprendió del microtargeting de Bush en 2004, de la campaña de Howard Dean (que no pudo traducir los esfuerzos online en resultados offline) y se centró en pequeñas donaciones (Obama recaudó 750 Millones de $, de los que 500 fueron online; McCain, 360 M $, de los que 75 M fueron online).
El día que Barack Obama anunció su candidatura para la presidencia de Estados Unidos su grupo en Facebook contaba ya con más de 62.000 miembros. El día en el que fue elegido, su página web tenía más de 13 millones de subscriptores y el 67% de la recaudación para su campaña se había conseguido a través de Internet. Cualquier dato de recaudación, movilización o apoyo a Obama no hace más que poner en evidencia el éxito obtenido por su campaña de comunicación social, cuya responsable fue Rahaf Harfoush.
Yes we did narra la estrategia y tácticas seguidas a través de las distintas redes sociales para conseguir movilizar a todo un ejército de colaboradores y donantes e implicarlos en esa misma campaña electoral. Un ejemplo útil y práctico sobre cómo construir una marca a través de las nuevas herramientas de comunicación.
La autora trabajó en la campaña de Obama y explica en el libro información sobre los entresijos de la campaña y la estrategia seguida. Combina perfectamente el interés surgido por la campaña Obama con la voluntad divulgativa de un manual práctico de marketing online. Es un libro donde explica cómo utilizar las tecnologías y las posibilidades de Internet para dar a conocer un candidato y evitar la dependencia que se puede tener de los medios tradicionales, la pregunta es se puede usar en LatinoAmerica?
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